martes, 4 de agosto de 2009

Transparente.

Algunos dicen que esta ahí. El alma. Tan pura, limpia y transparente que solo una persona en toda la faz puede verla, y aun así, solo es un pequeño destello que apenas se aprecia a simple vista. Después, todo se vuelve brillante. El aire saborea los resquicios de aquellos destellos. Cada persona es un estallido de alegría, cada ilusión una oportunidad, cada sonrisa, una invitación a soñar con ella, y , la de esa persona, la que contiene el alma culpable de estas emociones, se vuelve cegadora. Cada paso que da, un impulso a seguirla, durante toda la eternidad. Cada caricia un torrente de emociones, cada abrazo una promesa más de amor y cada beso otro motivo más para quererla.