martes, 4 de agosto de 2009

Lo verdadero, nunca muere.

Por muchas horas muertas, y las que quedan por pasar. Por cada minuto incondicional nuestro. De mis pensamientos, la razón. Por cada segundo inconsciente que hasta en sueños me persigue, buscándote. Y ni siquiera me hace falta imaginar tu rostro para mantener esto vivo, por la simple razón de que es verdadero. Y lo verdadero nunca muere. Y aunque pida respuestas, o al menos razones, tengo en cuenta que sólo hay una única razón. Y esa eres tú. Por que si es así, no puedo evitar una sonrisa de soslayo al recordar. Porque si tuviera que elegir un único sonido entre todos los de la Tierra, elegiría el de tu voz. Y, si algún día te dije que nunca diría un te amo y que nunca iba a amar, que sepas que fue una necia mentira. Porque lo hago. Ahora, lo hago.